Si lleva gafas, ¿qué debería hacer antes de ir de vacaciones?

Las vacaciones son el mejor momento del año. Pero, ¿qué puede hacer si se le estropean las gafas o tiene problemas de visión cuando está lejos de casa? ¿Qué precauciones debe tomar para que ningún problema visual le estropee las vacaciones? MEJOR VISIÓN le ofrece algunas recomendaciones para poder disfrutar del viaje.

Cuanto más dependa de sus gafas, más importante es contar con unas gafas de repuesto para situaciones de emergencia. Recomendamos hacerse con unas gafas de repuesto antes de salir de vacaciones para tenerlas siempre disponibles por si se estropean o se pierden las gafas principales. Es particularmente importante para los conductores porque, en el peor de los casos, no podrá seguir viajando si le pasa algo a sus gafas. En algunos países como España y Suiza es obligatorio llevar un par de gafas de repuesto mientras se conduce.

Ni las gafas graduadas ni las de sol soportan temperaturas de calor extremo. Vigile: en días de mucho sol, la temperatura del coche puede superar con facilidad los 40° C, y el salpicadero puede llegar a alcanzar 80° o más. Preste atención a todas sus gafas: no las deje expuestas al sol y guárdelas en un lugar seguro cuando no las lleve puestas. El calor puede dañar la montura y el tratamiento protector de las lentes. Es mejor guardarlas siempre en su estuche cuando no las lleve puestas. Un buen estuche las protegerá de la luz directa y de otros posibles agentes dañinos. Los usuarios de lentes de contacto deberían guardarlas en un lugar fresco, las lentes pueden sufrir daños si la temperatura de la solución de limpieza supera 30° C. Y asegúrese que nunca utiliza agua caliente para limpiar las gafas. Es mejor utilizar agua templada.

Tanto si prefiere las gafas o las lentes de contacto, estas son una opción especialmente práctica para viajar. Las lentillas desechables no requieren ningún cuidado especial y son muy aconsejables para muchas situaciones. Por ejemplo, son un sustituto perfecto de las gafas para la playa. Las lentillas son ideales para nadar, resultan muy prácticas para llevar gafas de bucear y ofrecen una visión extremadamente nítida, incluso bajo el agua. Las lentillas de uso diario y un par de gafas graduadas son una combinación perfecta. Este tipo de lentillas le evitan la molestia de tener que limpiar y guardar las lentes todos los días. Sencillamente deseche las lentillas después de usarlas y abra unas nuevas cuando las necesite. Ofrecen una ventaja considerable en términos de comodidad e higiene.

Los usuarios de lentes de contacto están especialmente familiarizados con este desagradable fenómeno que ocurre cuando llevamos un tiempo en el avión: los ojos se secan y las lentillas resultan particularmente incómodas. Las lágrimas artificiales, conocidas también como gotas humectantes o lubricantes, se presentan en un envase pequeño que puede transportar fácilmente en su equipaje de mano. Su uso garantiza una comodidad ocular duradera. Consulte con su óptico, estará encantado de ayudarle.