Salud y prevención

¿Leer con poca luz daña los ojos?

Esta idea es un mito que casi todos hemos oído alguna vez: leer con poca luz daña los ojos. Sin embargo, los últimos estudios desmontan esta creencia.

16 octubre 2021
  • Loremipsum

El invierno es la época del año perfecta para acomodarse en casa y leer un buen libro, y si encendemos una vela o una lamparita de luz tenue resulta especialmente acogedor. Los niños disfrutan escondiéndose debajo de la manta con una linterna. Pero el placer de sumergirse en un libro puede verse eclipsado por la preocupación de estar haciendo algo que daña los ojos. A casi todo el mundo se lo han dicho en algún momento: "¡Enciende la luz o te dañarás la vista!" Pero no hay de qué preocuparse: leer en la oscuridad no hace daño a los ojos. Aunque si normalmente usa gafas de lectura, es mejor que se las ponga.

Hoy en día, los científicos todavía discuten sobre la idea de que leer con poca luz daña los ojos. Pero no hay de qué preocuparse. No existen pruebas que evidencien que leer con poca luz daña los ojos. Pero una cosa sí está clara: leer con poca luz dificulta la visión de las palabras de la página. Esto hace que la lectura resulte extenuante, lo cual puede provocar fatiga ocular y en consecuencia enrojecimiento de los ojos y dolor de cabeza. Un estudio publicado por científicos norteamericanos en el aclamado British Medical Journal demuestra que los ojos no resultan perjudicados.

¿Por qué el sobreesfuerzo no daña los ojos? Para comprender esto, necesitamos observar cómo trabajan nuestros ojos. Cuando leemos con poca luz, intervienen dos partes del ojo: el músculo ciliar, que controla la longitud focal para que podamos leer las palabras de la página, y los fotorreceptores. Cuando la luz es tenue o escasa, los bastones juegan un papel particularmente importante. Necesitan un pigmento especial, la rodopsina, también conocida como púrpura visual. La estructura molecular cambia cuando disminuye la luz ambiente. El resultado: leer con luz tenue es más agotador. Aunque esto no daña los ojos, que se relajan y se recuperan en cuanto se cierran los párpados.

Por ello, si le gusta leer un buen libro en la calidez de una luz tenue, no se preocupe por sus ojos. Pero también es bueno que los ojos descansen de vez en cuando, dejando el libro a un lado por unos instantes y cerrando los ojos o haciendo  algunos   ejercicios breves. Solo necesitará unos minutos. Sus ojos se sentirán descansados y listos para la acción. Los padres no tienen por qué preocuparse cuando los niños se esconden debajo de las mantas para leer con una linterna. Lo peor que puede pasar es que, al acostarse tarde, no quieran salir de la cama a la mañana siguiente.

Independientemente de si la luz es tenue o intensa, si tiene que alejar el libro para diferenciar las palabras de la página, será mejor que acuda a un chequeo, ya que es posible que  recesite   gafas de lectura. Con la edad, el cristalino va perdiendo elasticidad, reduciendo su capacidad de curvarse o "acomodarse" y adaptándose con dificultad a las distancias cortas. Cuando esto ocurre, enfocar en un rango de visión cercana se convierte en tarea complicada Para garantizar una lectura lo más agradable posible, es recomendable acudir a un chequeo, ya que es posible que necesite gafas de lectura.


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