Salud y prevención

¿Cómo encontrar a un buen óptico?

Le contamos los aspectos importantes, desde el primer examen ocular hasta el ajuste de la lente

23 noviembre 2022

Disponer de equipos de última generación, contar con excelentes cualificaciones, ofrecer un asesoramiento personalizado y poseer un poco de sentido de la moda: existen diferentes maneras de identificar a un buen óptico. MEJOR VISIÓN responde: ¿Qué características distinguen a un buen óptico de los demás (desde el examen ocular hasta el ajuste de la lente)? ¿Cómo puede encontrar a un óptico cerca de usted? ¿En qué consiste un examen de visión? ¿Cómo se obtienen los mejores resultados posibles?

  • ¿Cómo encontrar a un buen óptico?

¿Qué características distinguen a un buen óptico?

Hay muchos ópticos pero no todos tienen los mismos estándares de calidad, la misma filosofía ni las mismas áreas de especialidad. Sus conocimientos, equipamiento y la calidad de su asesoramiento pueden variar enormemente de unos a otros. Al mismo tiempo, la elección de unas gafas nuevas y la decisión de acudir a un óptico en particular es una cuestión muy personal, como la elección de un médico. Por tanto, su óptico no solo debe ser un experto en su campo de especialidad, también debe ser agradable. Hemos recopilado los aspectos más importantes que le ayudarán a identificar a un buen óptico.

Hacer comprobaciones por teléfono

Tan pronto encuentre un óptico que le parezca amable, ya sea por Internet o a través de nuestra función de búsqueda, le recomendamos que primero realice comprobaciones por teléfono. Hablar directamente con su futuro óptico le ayudará a saber inmediatamente si hay buena "química" y si éste se toma el tiempo necesario para responder a sus preguntas. No se apresure y demuestre lo que sabe. Pregunte qué sistemas utilizan para analizar los ojos de sus pacientes y ajustar las monturas, por ejemplo para la refracción o el centrado de lentes para gafas. En comparación con los métodos más tradicionales, los sistemas innovadores permiten un análisis visual y ajuste mucho más preciso a los ojos del usuario. Si no se siente satisfecho con las respuestas que le proporciona el óptico a sus preguntas, no pida cita con él. Siga buscando hasta que encuentre un óptico que se tome el tiempo necesario para responder a todas sus preguntas.

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En cuanto llegue, eche un vistazo a la tienda. ¿Le gusta? ¿El establecimiento es cómodo, limpio y ordenado? ¿Es un lugar donde no le importaría pasar una o dos horas?
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Lo más importante es el tiempo

La parte más importante de comprar un par de gafas nuevas es dar con un óptico que le pueda dedicar mucho tiempo y le ofrezca un asesoramiento detallado. Cada ojo es único, y un par de gafas de alta calidad es tan individual como una huella dactilar. Son muchos los factores que influyen en lo bien que usted ve con sus nuevas gafas, por lo que es aún más importante tener una consulta completa y una sesión de preguntas y respuestas con su óptico. Lleva tiempo encontrar la mejor lente para usted, y su óptico debería estar preparado para dedicarle el tiempo necesario. Si su óptico parece estresado e impaciente, si solo emplea tecnicismos que usted no entiende o que no explica, será mejor que dé por finalizada la consulta y se vaya a otro sitio.

  • Su historia clínica (creación de su perfil visual personal)

    La consulta debe comenzar por una historia clínica detallada. Un buen óptico querrá saber cosas como: ¿Para qué utilizará las gafas nuevas? ¿Está buscando unas gafas para el día a día o quiere unas gafas para el trabajo, para conducir o una solución especial? Dé detalles acerca de las situaciones en las que usará sus gafas. ¿Padece alguna enfermedad ocular? Y si ya tiene un par de gafas: ¿Qué es lo que le gusta de sus gafas antiguas? ¿Y qué es lo que no le gusta?

    Pero recuerde: si tiene la sensación de que su óptico está apurado, entonces se ha equivocado de lugar. Elaborar una historia clínica completa puede llevar fácilmente un cuarto de hora.

  • Medición ocular

    Una vez completada su historia clínica, el óptico se pone con la medición objetiva de sus ojos para determinar su graduación. Un buen óptico trabaja con instrumentos de última generación como el i.Profiler®plus  de ZEISS. Aquí usted mira dentro de la máquina y solo tiene que concentrarse en un punto ubicado dentro de una imagen. Es un método bastante sencillo, y en muy poco tiempo se crea un perfil de sus ojos que se asemeja a una huella dactilar en 3D. De esta manera se pueden identificar todos los pequeños detalles ópticos de sus ojos, incluyendo anomalías, rarezas, propiedades de la superficie y lo bien que puede ver de noche. Estos son factores importantes que juegan un papel clave en la elección de sus futuras lentes para gafas.

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    Aunque el i.Profiler captura cada detalle de sus ojos, es necesario un análisis adicional para determinar su agudeza visual: la refracción subjetiva. Este término se refiere a la medición "tradicional" de los ojos realizada por un óptico. Las lentes con diferentes graduaciones se colocan en una montura especial y luego se realiza una prueba para comprobar cómo ve con ellas. Estará familiarizado con este paso si alguna vez ha tenido gafas. El óptico hace preguntas tipo: "¿Con qué lente ve más claro: con la lente izquierda o la derecha?" - Y así sucesivamente hasta estar seguro de que ha conseguido el mejor resultado. Otra alternativa es el "foróptero". Es como una especie de enormes gafas con lentes intercambiables de diferentes graduaciones que el óptico coloca delante de la cara. Su óptico pulsa un botón para cambiar las lentes en lugar de colocarlas manualmente en las monturas de prueba.

    Recuerde: si no está seguro de qué lente es mejor o si todavía no tiene una visión nítida y clara, ¡sea honesto! Dígaselo a su óptico. No tema que este paso pueda prolongarse demasiado. Tenga en cuenta que cada ojo es único, lo que significa que lo que puede ir bastante rápido para una persona, otra persona puede necesitar un poco más de tiempo. Un buen óptico no se apresurará. Es su trabajo encontrar con cuidado y precisión el par de lentes correcto que le ayudará a disfrutar de una visión excepcional.

  • Selección de montura y lentes

    Luego viene la parte que más aguardamos todos. Un par de gafas es también, en última instancia, una declaración de moda y, dada la gran variedad de tamaños y colores para elegir, tomar una decisión resulta a menudo difícil. Un buen óptico no solo sabe qué   monturas   complementan mejor sus rasgos faciales y sus lentes, también puede ayudarle a reducir las opciones posibles. También le mostrará qué monturas se adaptan mejor a sus necesidades visuales, ya que algo que lamentablemente la mayoría de la gente no sabe es que no todas las monturas son aptas para cualquier tipo de lente. Por lo tanto, el óptico debe proporcionarle mucha información sobre diferentes soluciones de lente, tratamientos y tintes. Un buen óptico también debe ofrecer buenas lentes de gran calidad. Después de todo, son la parte más importante de unas gafas. Dependiendo de sus necesidades particulares de visión y de cómo usará sus gafas, su óptico le sugerirá las opciones adecuadas, le informará de las ventajas y características y se asegurará de que disfrute de una visión óptima con sus monturas preferidas. A veces una lente económica es perfectamente adecuada, por ejemplo para unas gafas de lectura. Un buen óptico se diferencia del resto por el hecho de explicar cada paso del proceso de manera que entienda su recomendación. De no ser así, no dude en hacerle preguntas. No hace honor a la profesionalidad de un óptico si éste no le asesora en la elección de sus monturas o le vende unas lentes sin explicarle por qué son las más adecuadas para usted.    

  • Ajuste de las gafas

    El paso final antes de hacer su compra es que las monturas elegidas se adapten a su cara. El ajuste es extremadamente importante porque no hay dos caras iguales: la nariz, los ojos y los oídos de cada persona están en un punto diferente, y cada par de ojos tiene su propia distancia pupilar (DP). Incluso el punto visual, es decir, el lugar al que se mira a través de la lente, varía de una persona a otra. Todos estos parámetros deben ser medidos, ya que es la única forma de que el fabricante de lentes para gafas produzca unas lentes perfectamente individualizadas, garantizando así una visión óptima.

Garantía y servicio

Pregunte por la garantía y su período de duración (p. ej.: ¿Puedo volver a traer mis gafas para que me las reparen?") y, cuando haga su pedido, asegúrese de obtener un recibo que incluya todos los servicios y precios desglosados. Un buen óptico querrá que usted quede satisfecho con sus gafas nuevas, y debería ofrecerle la posibilidad de hacer cualquier mejora necesaria y modificaciones adicionales.

Entrega

El día de la entrega de las gafas, su óptico tiene que comprobar una serie de cosas, a saber: ¿cómo ve en general con ellas? ¿Se han ajustado bien las lentes y la montura? Una pregunta especialmente importante para usuarios de lentes multifocales: ¿el centrado es perfecto? ¿Las lentes están bien insertadas en la montura? Si no lo estuvieran, el óptico tendrá que hacer algunos ajustes. Lo mismo ocurre si el borde de la lente es demasiado visible cuando se usan las gafas, si las gafas no son cómodas de llevar o si ejercen demasiada presión sobre la nariz o detrás de las orejas.

Si su óptico ha prestado atención a todas estas cuestiones, su búsqueda ha terminado: usted está en buenas manos.

Entrega

¿Cómo se obtienen los mejores resultados de un examen de visión?

Muchos usuarios de gafas se han visto en esta situación: hacen dos pruebas de visión seguidas y obtienen resultados diferentes. El motivo: el rendimiento visual de nuestros ojos varía ligeramente a lo largo del día. Normalmente la desviación máxima es de 0,25 dioptrías. La medición objetiva con el ZEISS i.Profiler®plus  compensa estas diferencias y las integra en el diseño de la lente con tecnología i.Scription®  . Sin embargo, para asegurarse de que sus ojos estén preparados para la prueba, a continuación le damos unos consejos para lograr el mejor resultado posible:

  • Trate de estar lo más descansado y relajado posible cuando vaya para a hacer su examen ocular. Cuanto menos tiempo haya transcurrido entre que se ha levantado y su cita, menos "trabajo" habrán realizado sus ojos.
  • Los usuarios de lentes de contacto deben usar gafas en lugar de lentes de contacto 24 horas antes del examen. Las lentes de contacto cambian la forma de la córnea y por lo tanto afectan a su rendimiento visual durante el examen ocular.
  • No vaya con el estómago vacío ni con sed. Una deficiencia de nutrientes o deshidratación puede afectar al resultado.
  • La diabetes puede causar fluctuaciones significativas en el funcionamiento de los ojos. Se recomienda que los diabéticos se sometan a pruebas oculares a diferentes horas del día y, en ciertas circunstancias, realizadas por un oftalmólogo.
  • Tomar ciertos medicamentos también puede afectar al funcionamiento de los ojos. Dependiendo de la medicación, se recomienda que usted los tome después de su examen ocular.
  • Si él óptico no le pregunta, infórmele de cualquier medicamento que esté tomando y de enfermedades como la diabetes.
  • Tómese el tiempo necesario para hacerse la prueba ocular. Un buen óptico necesitará aproximadamente una hora para completar el análisis de la visión, incluido el asesoramiento.

¿Con qué frecuencia deberíamos revisarnos la vista?

  • Los adultos  sin problemas de la vista o enfermedades oculares deben hacerse exámenes oculares en los siguientes intervalos: cada seis años para los que tienen entre 20 y 39 años de edad, cada dos o tres años para los mayores de 40 años, y cada uno o dos años para los mayores de 65 años.

  • Se recomienda que los usuarios de gafas  vayan a su óptico una vez al año para revisarse la vista. El óptico también debe revisar las gafas que utilice y realinearlas si fuera necesario. No importa la edad que se tenga o los problemas de visión que padezcan: siempre debe hacerse un examen ocular si descubre que su visión está empeorando, o si nota que sus ojos se cansan con más frecuencia de lo normal.

  • Los niños  deben revisarse la vista con regularidad: la primera vez cuando tienen entre dos y tres años y medio de edad, luego antes de empezar a ir al colegio y posteriormente cada dos años hasta que sean adultos. De esta manera, se podrán identificar a tiempo los indicios de un defecto visual o una enfermedad ocular. Los bebés prematuros y los niños cuyos padres o hermanos padecen bizquera o una deficiencia visual severa deberían ir al oftalmólogo a revisarse la vista a intervalos regulares a partir del sexto mes de vida.

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