El lavado de manos frecuente garantiza una buena higiene y contribuye a prevenir la propagación de gérmenes dañinos, pero no es la única medida de protección que debemos adoptar. La limpieza de los dispositivos que tocamos con frecuencia, como las gafas y los dispositivos digitales, también debería formar parte de nuestra rutina de higiene diaria.
En 2018, la Universidad alemana Hochschule Furtwangen llevó a cabo un estudio sobre los niveles bacterianos de las gafas y analizó la eficacia de cuatro métodos de limpieza distintos para reducir la carga microbiana. Los cuatro métodos estudiados eran: toallitas húmedas con y sin alcohol, un paño seco y un paño de microfibra.
Estos fueron los resultados:
- Todas las gafas estaban contaminadas con bacterias incluidos algunos patógenos potencialmente peligrosos y, por tanto, deberían considerarse una posible fuente de infección.
- De los cuatro métodos estudiados, las toallitas húmedas produjeron la mayor reducción de gérmenes, un ≥99% (reducción media).
- La limpieza con un paño seco y con un paño de microfibra produjo el menor nivel de reducción bacteriana.
Por tanto, la limpieza con una toallita húmeda es más eficaz que una limpieza mecánica con un paño o pañuelo seco.