Aquí obtendrá más información sobre la estructura del ojo, los diferentes defectos visuales que existen y los cambios que experimenta la visión a partir de los 40 años de edad.
Se dice que un ojo es emétrope cuando es capaz de reproducir nítidamente en la retina y sin acomodar un objeto situado en el infinito.
Es decir, el tamaño del globo ocular (aprox. 24 mm) y la potencia focal (Dojo = +59 dpt) del ojo relajado coinciden exactamente, encontrándose el punto de enfoque en visión lejana en el infinito.
Cuando la relación entre la potencia focal del ojo sin acomodar y el tamaño del globo ocular no están equilibradas, se dice que el ojo es amétrope. En ese caso el punto de enfoque en visión lejana no se encuentra en el infinito, sino delante del infinito o más allá (teóricamente se considera proyectado detrás del ojo).
A partir de estos datos distinguimos entre dos tipos básicos de ametropías: miopía e hipermetropía, los cuales pueden presentarse como ametropías esféricas o astigmáticas (astigmatismo).
Cuando el miope sin compensar mira al infinito, el foco imagen se sitúa delante de la retina, dando lugar a una reducción en la agudeza visual.
Con el fin de recuperar una visión lejana nítida, debemos compensar el exceso de potencia interponiendo una lente negativa de tal modo que el foco imagen del sistema lente-ojo se encuentre de nuevo en la retina. En el caso de una miopía sin compensar, el punto de enfoque en visión lejana R se encuentra relativamente próximo al ojo.
Cuando el hipermétrope sin compensar mira al infinito, el foco imagen se encuentra detrás de la retina. Este ojo puede compensar su defecto refractivo acomodando, es decir, elevando la potencia del cristalino. Por lo tanto su agudeza visual puede ser buena, pero a costa de un esfuerzo permanente para compensar el defecto.
Para asegurar una visión lejana nítida también cuando el ojo se acomoda para mirar al infinito, debemos interponer una lente positiva de tal forma que el foco imagen del sistema lente-ojo se encuentre en la retina. En el caso de la hipermetropía, el punto de enfoque en visión lejana R se encuentra detrás de la retina.
Arriba: Ojo présbita al mirar de cerca
Abajo: Ojo présbita dotado de una lente positiva compensadora al mirar de cerca
Cuando queremos distinguir nítidamente objetos cercanos tenemos que aumentar la potencia del ojo comparada con la potencia requerida para la visión lejana. Esto se consigue mediante la acomodación, proceso en el cual se aumenta inconscientemente la curvatura de la cara anterior del cristalino.
Con el paso de los años va disminuyendo la elasticidad del cristalino y con ella la capacidad de acomodación. Este proceso, que aunque no lo percibamos, comienza en la época de la juventud, se hace notar a partir de los 40 años aproximadamente, momento en el que la capacidad de acomodación es menor que la distancia habitual de trabajo en visión próxima. El individuo présbita nota como cada vez que quiere leer el periódico tiene que extender un poquito más los brazos y separarse del texto hasta que encuentra su punto de enfoque.